Estos son mis morrones, costó pero llegó. La semilla tardó varios días en germinar, y de nada pasó a todo en un instante, de repente, tenía morrones por todos lados. Hoy no son muchas las que lograron salir adelante, y solo 2 tienen morrones. Esto es porque las semillas las saqué de un morrón que me comí, e investigando por qué morían, o aparecían como quemados por partes, me enteré que los agroquímicos y fertilizantes que se usan para cultivar, hacen que las plantas se vuelvan sensibles y muy vulnerables frente a los procesos naturales de su crecimiento en tierra "viva". Fue a partir de acá que empezó mi busqueda por un alimento mejor y crear mi propia huerta a partir de semillas orgánicas que soporten los beneficios de una tierra salvaje, y alimente mi cuerpo sin destruirlo.
Acá empezó todo.
Primer aprendizaje: se necesita de 4 generaciones de una misma planta para limpiarla casi en un 100% de todos los efectos de los agroquímicos del mercado, y volverla una semilla casi orgánica.
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