Mis aromáticas

Esta es mi albahaca en flor, alta como yo. Cada día crece más y me acompaña sanita hace casi un año. La uso para todo. La dejé ir en flor para mejorar la especie y crear una nueva generación.

Tomillo, crece y crece con fuerza cada día más, sólo agua, un poco removida la tierra, cada tanto un puñado de humus de lombriz y desde hace unos días perlita para que no se apelmace tanto la tierra. Su perfume es intenso y queda muy rico con pescado y guisos. Muy poco rinde mucho.

La cibulette, paso un año difícil, cuando creí perderla, con un cambio de maceta, sin compañía y sol, se puso fuerte y creo que pasa el otoño.

Menta, la favorita de Helena, siempre que puede aparece comiéndola como un caramelo. Crece sin parar, cada gajo que vuelvo a plantar se fortalece. Sus flores parecen plumeritos violetas, ricas y lindas en ensaladas.
Si la vecina me regala limones sale limonada con menta!
También cortada fina con leche de coco, una gran salsa.

Orégano, el segundo caramelo de Helena.
Sale con todo, compañero del tomillo. Más rico fresco que seco. Le da un sabor especial a los escabeches.

Perejil criollo. La aromática perfecta para que plante un ansioso, un par de semillitas, casi nada de tierra arriba, agua y sol y en un par de días ahí está. Es perfecto y el perfume muy intenso.

Romero, yo deseo que se haga árbol, pero decide ir muy lento y a paso firme. Ahora le cambié la tierra, le agregue compost, humus, hueso y perlita; creo que está más contento y pegó un estirón.
En la cocina: escabeches, brochettes con las ramitas, tostaditas con oliva y romero, y casi todo el resto!